¿Por qué suena tan mal la música actual?
Hace tiempo que quería comentar este asunto. A algunos de nuestros lectores puede sorprenderles esta afirmación, pero prácticamente la totalidad de la música que podemos comprar hoy en día suena mal porque está pésimamente grabada a propósito. En todas las fases de la grabación se emplean filtros que alteran y comprimen la señal hasta el extremo, buscando que la música suene lo más alto posible, de tal manera que incluso es habitual encontrar grabaciones que distorsionan por este motivo. Bob Speer lo explica perfectamente en este excelente ensayo, que describe cuál es la situación actual en la industria. Sólo se salvan algunos sellos minoritarios, centrados generalmente en la música jazz o clásica, y los trabajos de algunos excelentes ingenieros de sonido como Steve Hoffman, que han hecho que estos profesionales empiecen a ser tan conocidos entre los iniciados como las estrellas del rock.
Para que luego se quejen de la piratería... ¿Por qué pagar una cantidad tan elevada de dinero por un disco que encima suena mal?
Etiquetas: Música
6 Comments:
Uno de los últimos discos que he comprado fue el último de U2, el de la bomba atómica; y por lo menos a mí me parece que suena totalmente distorsionado.
Como me alegra leer esto.
Trabajo en la industria discográfica como ingeniero de sonido novato, y las cosas que se ven/oyen asustan. Efectivamente, la norma es intentar conseguir el máximo volumen. La mayoría de compañeros veteranos ni siquiera prestan ya atención al asunto, y como tú dices muchos discos salen con clipping del estudio. Parece que un buen disco es aquel que suena todo al mismo volumen y bien alto, lo máximo que se pueda, no importa lo que esté sonando. Resultado, un sonido plano y comprimido al máximo. Cuanto más éxito tenga el músico, peor. Me han dicho que esto es así porque se graba con la radio en mente, lo que no entiendo, porque que yo sepa las radios tienen sus propios filtros para nivelar el sonido. Como consecuencia, el cliente que se compra un disco y tiene un equipo medianamente decente sólo oye porquería. Y por decente considero todo aquello que pase del radiocasete.
Hoffman es un monstruo.
Puede que sea por lo de la radio, yo también lo he oído. Pero también es verdad que la mayoría de la gente confunde calidad de sonido con volumen. Podeis hacer la prueba con cualquier amigo que no esté sobre aviso, dándole a escuchar a ciegas cualquier cosa a dos volumenes diferentes. Tengo amigos que ponen plugins para igualar el nivel de sonido en su winamp, para que incluso los pasajes silenciosos suenen alto. Lo único que se consigue es que la música pierda toda su naturalidad, pero en fin...
Je je... el mismísimo problema ocurre en imagen digital. Debe de ser un mal común a la digitalización: todo el mundo quiere caña, así se pierda toda la proporcionalidad. Y ahora no estoy hablando ya de arte y estética, donde todo es subjetivo (o casi). Hablo de microscopía de fluorescencia, supuestamente rigurosa (por científica), empleada en grandes proyectos de investigación. Microscopios carísimos (decenas de miles de euros, centenas a veces) empleados en generar imágenes saturadas que no valen para nada... eso lo veo tan amenudo que deprime. (Ver enlace adjunto...).
Como consumidor, creo que actualmente la industria discográfica está inmersa en una grave crisis debido a la mala masterización, mucho más grave para los verdaderos aficionados a la música que las bobadas del pirateo y la descarga p2p. Además de la radio, se masteriza para escuchar los discos en malos equipos en general, fundamentalmente en el coche y en reproductores portátiles, en ambientes ruidosos en los que es importante que la música esté a un nivel alto y constante. En estas condiciones no se aprecian los defectos de las grabaciones. Si ponemos esta misma música en un reproductor estéreo convencional, aunque no sea nada especial, el resultado es penoso: compresión y exceso de filtros, ecualizaciones, etc.
Jose tiene mucha razón en su paralelismo con las imágenes de microscopio. El tema de la música tampoco es una cuestión artística o de opinión, es una cuestión técnica. En un plano mucho más sencillo y evidente, en el mundo editorial podemos ver cuando una edición está bien o está mal por las faltas de ortografía, manchas de tinta, páginas de letra borrosa, correción del color, encuadernación resistente, etc. Es lo mismo en la masterización de la música.
H. Fletcher y W.A. Munson deben estar revolviéndose en sus respectivas tumbas.
Tan estúpido como ver un ecualizador con todos los controles al máximo.
Será la enfermedad del «más es mejor» de la que parece estamos infectados los humanos en todo lo que hacemos...
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