miércoles, julio 20, 2005

Estos vietnamitas están locos


Ahora que ya me he recuperado -esto del jet lag me ha sentado como una resaca de varios días-, es el momento de empezar a contar las batallitas. La primera impresión que el visitante se lleva del país es el tráfico. Estos vietnamitas están como cabras. Uno se baja del avión, pasa los trámites de aduanas, se monta en el coche y ¡hala! ¡A la aventura!
En vietnam deben existir las normas de tráfico, pero por supuesto nadie las respeta. Todo el mundo circula habitualmente como y por donde le da la gana. Y lo digo literalmente. Por encima de las aceras (cuando están libres, porque se usan para aparcar), por el carril contrario... Como sea. En Vietnam casi todos los vehículos en circulación son motos de menos de 125 cc (el gobierno no permite mayores cilindradas), así que ya os podéis imaginar el caos de ciclomotores. Para más inri es frecuente que familias enteras de hasta cuatro miembros circulen en una misma moto, o que se usen para transportar cajas o incluso ganado. Los coches suelen circular por el medio de la carretera ya que ambos carriles están ocupados por motos. Si viene un coche de frente pues nada, a esquivarlo. ¿Que hay dos camiones adelantando? Pues si queda un hueco, a pasar con la moto. ¿Y los semáforos? Como si fuera iluminación navideña. Nadie les hace ni caso. ¿Los pasos de cebra? De adorno. Lo primero que te enseña el guía es a cruzar la calle, por supuesto por cualquier sitio. Instrucciones literales: tú cierra los ojos y no te pares. No hay que mirar porque sino te asustas. Si te paras o echas a correr, las motos no pueden esquivarte y estás perdido :). La primera vez que se sale a la calle es recomendable llevar unos calzoncillos de repuesto por si las moscas.
Vietnam tiene 1000 muertos al mes en accidentes de tráfico, pero lo único que les salva de tener más bajas que en la guerra es que la velocidad está limitada a 30 km/h en ciudad y 70 km/h en carretera. Aunque lo respeta el que quiere, por supuesto. De todas formas el denso tráfico no te deja ir muy deprisa. Un viaje de poco más de 100 km puede significar más de 3 horas.
El claxon se usa constantemente sin razon aparente. Da la impresión de que es una especie de sónar: todo el mundo lo usa como sistema de posicionamiento, para hacer saber a los demás donde se encuentra. Lo curioso es que está de moda trucarlo, aunque es ilegal. Es frecuente que pequeños utilitarios tengan sirenas similares a la de los trenes o los barcos :). Ya os imagináis la guasa ¿no?

3 Comments:

At 20:31, Anonymous Anónimo said...

Vaya, eso me acuerda a las historias que me contarón en Italia sobre Napoles, tenía un sistema de tráfico muy similar al que tu estas narrando ;-).

 
At 01:13, Anonymous Anónimo said...

jejjejejj

menuda historia...

 
At 09:41, Anonymous Anónimo said...

Estuve en Hanoi por trabajo hace dos años y tuve que conducir en alguna ocasión. ¡Es lo más peligroso que he hecho en mi vida!. No se lo recomiendo a ningún occidental. El tráfico hay que verlo para creerlo. No se parece en nada a ningún otro lugar del mundo. En Nápoles u otras ciudades de nuestro entorno hay una "relajación" de las normas, pero en Vietnam se ignoran por completo y nunca sabes lo que puede pasar.

 

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